¿Qué será lo que tiene el vino, que desde tiempos remotos engloba a su alrededor tantas cosas? El refranero, tan rico él en el saber popular, no deja nada fuera de su entorno y así lo recoge en parte ya en su mismo nacimiento cuando dice: “Bendito sea Noé, que las viñas plantó para quitar la sed, y alegrar el corazón.” Sólo este refrán nos habla del nacimiento del vino, de las viñas, de las labores que requiere su obtención, de qué manera apaga la sed de los humanos y cómo no, de la alegría que produce en el corazón de las personas que beben tan sustancioso licor.
Este es una labor que ha costado muchos años de trabajo, pues la inmensa mayoria de los refranes aquí recogidos los he recopilado a lo largo del tiempo en la escuela donde mis alumnos, preguntando a sus padres, abuelos y en los pueblos durante el fin de semana procuraban recoger para después trabajar en clase.
Posteriormente, he procurado recorrer los distintos valles de La Rioja, Navarra, el Bierzo, lugar donde he nacido y Galicia y unas veces preguntando y otras sentándome con las personas mayores he logrado recoger otros muchos.
Otras veces han sido mis amigos, algunos de ellos catalanes y gente que conoce mi interés por este tema quienes voluntariamente me han prestado su saber, que hago presente en este trabajo.