Durante el franquismo, y a pesar de las dificultades políticas de esta etapa, la escena teatral española mantuvo una muy notable actividad. No resulta exagerado, entonces, afirmar que el teatro español de esa época vivió, si no un periodo dorado, al menos una edad de buen bronce, de suficiente valor como para ser considerado dentro de la historia del arte dramático en España.
En este ensayo, las obras teatrales de este periodo no se valoran ni demeritan según la identidad política o ideológica de sus autores, sino que se analizan de manera objetiva en función de sus aportes a la historia de la dramaturgia española. Por ello, además de hacer referencia a las obras que gozaron de una puesta en escena, también se consideran aquellas que no llegaron a verse en los escenarios, o lo hicieron de forma minoritaria o marginal. Asimismo, se estudian tanto las obras de los autores que marcharon al exilio como las de quienes, permaneciendo en España, cultivaron un tipo de teatro alternativo, distinto, divergente de la línea teatral dominante y de éxito de entonces.
Este libro se posiciona como un completo trabajo donde se analiza un extenso corpus dramático sin sujeción a los dictámenes del canon –a pesar de inevitables coincidencias– ni sometimiento a juicios previos, lo cual les permite a los lectores valorar la riqueza de las formas teatrales durante el franquismo.