Campbell y Stanley -autores de reconocida trayectoria en la metodología de la investigación empírica- reafirman, en este volumen, su fe en la experimentación. Apoyándose en la moderna filosofía de la ciencia y guiándose por una perspectiva evolutiva, sostienen que, pese a las fallas de determinados diseños, su uso es recomendable cuando a causa de las limitaciones del contexto resulta imposible construir otros mejores. Analizan de este modo las diversas variantes de esos diseños «cuasiexperimentales», imperfectos en sí mismos pero que pueden dar origen a reales avances.
A diferencia de lo que ocurre en las ciencias físico-naturales, donde la posibilidad del fracaso ya es aceptada como una parte normal de la experimentación, en ciencias sociales aún es preciso «inculcar la expectativa del tedio y la decepción, y el deber de la constancia permanente».