Tras su salida de la cárcel después de una absolución por el homicidio del parlamentario de HB Josu Muguruza, Ricardo Sáenz de Ynestrillas fundó el MSE, y poco después la AUN, aglutinando a diversas organizaciones representativas del fascismo español. Su actividad se centró en la campaña por la «Reconquista Nacional», precisamente allí donde España, como Nación y sentimiento patrio, como concepto, se ha perdido: Vascongadas, Navarra, Cataluña y Gibraltar, donde logró en 1998 izar la bandera española, lo cual no se hacía desde 1713.
En estas segundas memorias políticas, Ynestrillas desenmascara escandalosos y reprobables comportamientos internos de la ultraderecha española a cuyos dirigentes, en su mayor parte, relaciona con mafi as, trata de blancas y prostitución, a la vez que acusa al Ministerio de Interior de infi ltrar a confi dentes sirviéndose para ello de «ultras» involucrados en acciones terroristas. El autor reconoce que ha quemado su vida, consumido por el odio y el empecinamiento debido a las muy duras y adversas situaciones que les ha tocado vivir a su familia y a él. Y, habiendo sido el líder del conocido como «mundillo patriota», termina por aborrecer precisamente de ese «mundillo» por intolerante, insolidario, rencoroso, nostálgico, inmovilista, xenófobo, nacionalista, homófobo y racista.