El Islam no es una religión en un sentido más completo de lo que este término denota en el Occidente profano. El Islam en tanto que religión constituye una filosofía de vida y una forma de actuar, ser y pensar. En una palabra, se trata de una Cosmovisión. Es la religión con mayor número de adeptos en el planeta, algo que se ha logrado más por la natalidad creciente de los países musulmanes, (árabes o no), frente a la decreciente en los países occidentalizados, que por proselitismo y captación de adeptos. Y precisamente uno de los pilares sobre los que se basa el Islam es la obligatoriedad de que todo musulmán trabaje para la conversión de todos los infieles a la única fe verdadera y la transformación del planeta, manu militari si fuere necesario, en un orbe islámico. Si se analizan pasado y presente, podemos observar que, sin guerras, la población musulmana, la Umma, la comunidad de los creyentes, está creciendo en Europa a un ritmo desenfrenado, tanto por migración como por natalidad, en paralelo a la mayor crisis de natalidad de su historia a la que, a su vez, se enfrenta el pueblo europeo. Ha dado comien