Diez años después de la publicación del manifiesto que el veterano activista francés Stéphane Hessel escribió en pleno movimiento del 15M, el texto está más vigente que nunca. En ¡Indignaos!, Hessel, a sus noventa y tres años, llamaba a la «insurrección pacífica» y a rebelarse porque, pese a vivir en un mundo más complejo que el de su juventud, cuando militó a favor de diversas causas internacionales, las razones para indignarse continuaban ahí, en la dictadura de los mercados, en el trato a los inmigrantes, en la dificultad
de acceder a una vida digna. Todas ellas razon s relevantes en la actualidad, en un momento de la política española en la que los indignados ya forman parte del poder político. Pero estamos en una sociedad
cambiante que sigue necesitando el compromiso de la gente con un mundo más justo e igualitario en todos los sentidos. Indignarse sin violencia. Decir No. Actuar. Para, desde los principios más básicos de cada uno, intentar cambiar las cosas.