Tal como dice el viejo proverbio chino Somos lo que comemos. Más allá de las enseñanzas de la sabiduría popular, las investigaciones científicas han demostrado que nuestra alimentación tiene una influencia decisiva en nuestro estado de salud, especialmente en cómo nuestro cuerpo es capaz de defenderse de las enfermedades. La alimentación, además, tiene una repercusión directa en el aspecto físico, en la piel, el cabello o las uñas... y en el estado de ánimo.