Algunas de las líneas maestras de este texto universal son la complementariedad de los opuestos, el equilibrio, la obtención de la plenitud mediante el desapego, la entrega al Tao o absoluto mediante el abandono de todo concepto, juicio o deseo, pero principalmente lo es la no-acción, que, lejos de la pasividad, apunta a la conversión del individuo en canalizador de la energía universal.