Seguimos «tejiendo redes para una casa común», lo hacemos al paso del sueño y de la vida. La dimensión profética de nuestra fe y de nuestro sentir vital no puede caminar en otra dirección, porque en el horizonte de nuestra historia y de toda la creación vislumbramos un nosotros definitivo en el fundamento de Cristo. Sí, nos sentimos caminando siempre hacia un «nosotros más grande», soñado como universal y querido como amor absoluto. Por eso al volver al camino litúrgico de estos tiempos tan especiales como son la Cuaresma y la Pascua, Por eso al volver al camino litúrgico de estos tiempos tan especiales como son la Cuaresma y la Pascua, traspasados por el triduo pascual, solo tenemos dos claves fundamentales: «Cristo y nosotros».