?Cuando se quiere cruzar un estrecho, dijo san Agustín, lo más importante no consiste en sentarse en la orilla y agudizar la vista para ver lo que hay en la orilla opuesta, sino subirse a la barca que lleva a aquella orilla. La barca para nosotros es la fe de la Iglesia a la que subimos en el momento del bautismo y que en estas páginas aprenderemos, espero, a conocer mejor? (R. Cantalamessa).