Este ensayo nació durante la preparación del discurso que Angelo Scola, arzobispo de Milán y discípulo de San Juan Pablo II y de Benedicto XVI, dirige a la ciudad desde hace años con motivo de la festividad de San Ambrosio. En él, el cardenal Scola reflexiona sobre una serie de
problemas que están a la orden del día y que inciden de forma notable en las religiones y en las visiones culturales —incluso en la agnóstica y la atea— que pueblan las democracias de Occidente. La cuestión religiosa, por ejemplo, íntimamente ligada a la de la libertad de conciencia, se revela crucial hoy por hoy, no sólo para el desarrollo de las sociedades occidentales, sino también para la evolución pacífica de sus relaciones con Asia, África y América Latina.
Este libro, sin duda, supone una valiosísima contribución al debate que atraviesa el catolicismo y es, por lo tanto, fundamental para comprender el presente y el futuro de la Iglesia católica.