El obispo de la diócesis, 51 claretianos y un laico, causa de su fe. Y la historia empieza así: 'Sorprende, y estremece, y obliga a reflexionar muy en serio, ver la gran cantidad de hombres y mujeres que encontraron la muerte por el solo hecho de ser cristianos, en los primeros tiempos de la revolución que se desencadenó en los lugares en los que no triunfó el alzamiento militar y el intento de golpe de estado iniciado por el general Franco la tarde del 17 de julio de 1936.'