¡Confirmados en el Espíritu Santo! ¡marcados por él! ¡transformados verdaderamente por quien es verdadero protagonista, íntimo compañero, punto de luz para todo seguidor de Cristo! ¡Confirmados como sus apóstoles maduros!
Con el deseo de bucear en su misterio, nació en la iglesia la devoción del decenario.
Sigue su consejo: "En tu habitación y, cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en lo oculto".