¿Qué ha aportado el periodo pre-moderno, a saber, la Edad Media, a la filosofía? El objetivo de este libro es responder a esta pregunta. Rémi Brague muestra que los mediavales supieron buscar fuera de su experiencia inmediata, en la Antigüedad, y fuera de su propia tradición, en el mundo árabe, los datos culturales que trabajaron, desarrollaron y ampliaron. Y ello sin olvidar que lo que les entregaban venía de fuera. Es una época decisiva en la que Europa se consagra a una dialéctica interminable, que tiene como motor la diferencia de lo que quiere asimilar y que, por estar fuera, sigue despertando su deseo.
Lejos de ideas recibidas y de discusiones partidarias, Rémi Brague nos invita aquí a conocer mejor nuestras raíces intelectuales y culturales.