El presente texto constituye un intento de utilizar los datos proporcionados por el psicoanálisis con el fin de explicar la evolución total de la humanidad, incluso de la humanización en general. Pero no se trata de una simple aplicación del psicoanálisis a las llamadas "ciencias del espíritu": lo que se propone es poner de relieve las modificaciones que el pensamiento psicoanalítico es capaz de producir en toda nuestra concepción del hombre y de la historia humana, que no es, en último término, otra cosa que la historia del desarrollo del espíritu humano y de sus creaciones. Así, el autor afirma que, después de haber explorado el inconsciente en todos los sentidos y en todas las direcciones, uno se encuentra en presencia de la fuente última del inconsciente psíquico, y comprueba que está situada en la región psicofísica y que puede ser definida o descrita en términos biológicos: es lo que llamamos el trauma del nacimiento -inspirado en una idea de Sigmund Freud, quien ya en 1908 había mencionado "el acto del nacimiento como una fuente de angustia"-, fenómeno en apariencias, no obstante, autorizan a abordar como una fuente de efectos psíquicos de una importancia incalculable para la evolución de la humanidad y en el cual nos hacen ver el último sustrato biológico concebible de la vida psíquica, el núcleo mismo del inconsciente.