Transformar la conciencia significa descubrir todo el potencial humano que está en nosotros. El centro es la raíz y fuente de todo lo que vivimos como energía, realidad, poder, gozo, felicidad, positividad. Descubrir el centro, ser uno con aquello que nos hace ser. De ahí que transformar la conciencia significa establecerse en una existencia energética (antidepresiva y antientrópica), fuerte (en y a pesar de las debilidades), gozosa, sin miedos (porque nada amenaza al centro) y sabia, dado que dirige prodigiosamente los acontecimientos. Al leer a Rilke, no le leemos a él sino a nosotros mismos; más todavía, experimentamos nuestra profundidad.
En este ensayo, Antonio Pascual nos revela no sólo las cualidades estéticas, y éticas, de la poesía de Rilke, sino su valor terapéutico y su alcance universal, y, al mismo tiempo, nos da claves para entender su proceso vital y el nuestro. Contemporáneo de Freud y de Nietzsche, Rainer Maria Rilke recorrió toda Europa desde Rusia hasta España, experimentando que ni la vivencia gozosa de lo sagrado es monopolio de las religiones, ni la sanadora y fortalecedora inmersión en el inconsciente es patrimonio exclusivo del psicoanálisis. Ambas dimensiones se pueden alcanzar también en el vivir de cada día, ordinario, sí, pero vivido de forma extraordinaria.