Una novela visionaria sobre nuestro presente interconectado.
Se han infiltrado en hogares de Hong Kong, en tiendas de Vancouver, en las calles de Sierra Leona, en plazas de Oaxaca, en dormitorios alemanes. Están por todas partes. No son mascotas, ni fantasmas, ni robots. Son personas reales, pero ¿cómo puede alguien desde Lima caminar libremente por el salón de una casa en Erfuhrt? ¿Cómo puede un desconocido en Bangkok desayunar con tus hijos en Buenos Aires sin que tú lo sepas?
Kentukis juega con el hechizo de la conexión entre almas distantes para hablar también de los riesgos a los que estamos expuestos en este mundo cada vez más conectado. Porque confiar en extraños puede llevarnos a todo tipo de aventuras, incluso al amor, pero abrir nuestras casas a personas completamente anónimas podría empujarnos hacia un terror inimaginable.
Samanta Schweblin ha escrito una historia que nos resulta turbadora porque narra nuestro presente como una profecía de la que no podemos escapar.