Zoë Schlanger, periodista galardonada de The Atlantic, nos presenta una innovadora obra de divulgación científica que explora el mundo oculto del reino vegetal y revela las sorprendentes capacidades de la vida verde que nos rodea.
Ser una planta exige una creatividad biológica extraordinaria. Y, efectivamente, las plantas han desarrollado estrategias muy ingeniosas para poder sobrevivir y prosperar a pesar de no poder desplazarse. En los últimos años, los científicos han descubierto que se comunican, reconocen a sus familiares, presentan conductas sociales, escuchan, se camuflan, almacenan recuerdos útiles que informan de su ciclo vital e incluso manipulan a animales en su propio beneficio, por citar solo algunos de sus sorprendentes talentos. Si las observamos de cerca, descubriremos que, lejos de imitar la inteligencia humana, las plantas han creado lo que parece un sistema paralelo.
Zoë Schlanger, junto con los científicos que dedican sus días a observar estos seres asombrosos, nos guía en un viaje por todo el mundo y ahonda tanto en sus propios recuerdos como en el terreno para explorar los descubrimientos más recientes de la investigación botánica, poniendo sobre la mesa los enfrentamientos intelectuales, y permitirnos vislumbrar un campo en plena ebullición
Así, Las devoradoras de luz nos sumerge en la complejidad del asombroso y salvaje mundo vegetal y nos invita a cuestionar cómo entendemos la agencia, la consciencia y la inteligencia al plantear qué nos pueden enseñar acerca de la vida en la Tierra estos seres que consumen, se adaptan, prosperan y se transforman de manera simultánea. Y, aún más importante: qué les debemos a estas formas de vida una vez que comprendemos sus habilidades ricas y variadas. Porque es evidente que necesitamos las plantas para sobrevivir, pero, ¿qué necesitan ellas de nosotros (si es que necesitan algo)?