La novela que no solo se convirtió en el emblema de toda una generación, sino que incluso le dio nombre, y que transformó el panorama de la literatura española con una nueva manera de narrar y de percibir la realidad.
Edición definitiva de un clásico contemporáneo.
Carlos es un joven estudiante, hijo de una familia acomodada, que apenas ha cumplido veintiún años. Vive de noche, cuando cualquier situación se puede llevar un poco más lejos para transgredir el límite. El sexo, el alcohol, las drogas y la ausencia de escrúpulos son sus compañeros de correrías; el desprecio por los débiles, por el trabajo y por las mujeres, su bandera.
Pero llega el día en que las aventuras empiezan a sucederse una tras otra como en una noche continua, viviendo cada momento como si fuese el último, hasta precipitarse en una vertiginosa espiral hacia la destrucción.
Lo que dijo la crítica:
«José Ángel Mañas ha conseguido hacer un libro generacional, una obra en la que refleja lo que pueden sentir los jóvenes que empiezan a pelear con la vida en los noventa: es una obra sobre la desilusión, el futuro incierto y las colas del Inem, los jóvenes dispuestos a quemar sus cartuchos a base de juergas, drogas y litros de alcohol».
El País
«El autor pintó con su novela ese verano en tierra en el que el hastío promueve ciertas rebeldías que no van a ninguna parte; ciertas fugas de algo tan negro como la propia realidad. Así lo entendemos cuando al libro le vemos maneras de inmortalidad y lo catalogaríamos como ese raro clásico».
El Español
«El gran narrador de su generación. Un libro en el que demuestra imaginación y oído. José Ángel Mañas reproduce las conversaciones propias y ajenas sin manipularlas. Pero es un gran dialoguista. La novela agarra porque es una forma de expresión y un viaje».
Raúl del Pozo
«Mañas en este género del after hours es todo un maestro».
El cultural