Yo no soy mi trabajo: págame por lo que hago y déjame vivir. (@RayoMcQueer)
La generación Zeta ha dejado de creer en el trabajo como un eje central en su vida y su relación con él es puramente instrumental: págame por lo que hago y déjame vivir.
Esto mismo sostiene la autora, que en su libro narra las peripecias y vivencias al límite de una camarera explotada que busca sobrevivir en un entorno difícil. Mientras, evoluciona para adaptarse y se va transformando «curro a curro» bajo la presión del día a día, desde sus inocentes y curiosos primeros pasos en el mundo laboral hasta la total disociación, desquiciada por la necesidad constante de adaptación que el capitalismo impone a los trabajadores, deshumanizándolos y convirtiéndolos en robots. Frente a eso, un recordatorio: «Caris, estamos para ser simias y disfrutar de ello».