Monasterios, conventos, santuarios, ermitas, abadías, templos? son la nueva demanda del, cada vez más en auge, turismo de reflexión o turismo espiritual ¿Qué es «la llamada del silencio» y por qué ha aumentado la búsqueda de retiros en abadías, monasterios, conventos y cenobios? ¿Qué encontramos en estos espacios frente a los lugares de descanso tradicionales? La diferencia radica en las motivaciones y los objetivos del viajero. El turista convencional se enfoca en conocer lugares, divertirse, relajarse y visitar otras culturas. Sin embargo, quien opta por el viaje espiritual busca conocerse a sí mismo, atender una necesidad de bienestar interior, crecimiento personal y desarrollo espiritual. Responder a esta llamada, con su énfasis en el silencio, el recogimiento y la oración, representa una importante vía de introspección y conexión con lo trascendente y lo divino. En estas páginas, la religiosa y profesora de la Pontificia Universidad Urbaniana, explora el significado del turismo de reflexión e introspección, cuya demanda ha crecido notablemente debido a la necesidad de desarrollo personal y transform