La última obra del periodista Rafael Bardají, que falleció a comienzos del pasado mes de abril. Se trata de una maravillosa crónica sobre la vida en las aldeas de Muro de Roda, en el Sobrarbe, durante el pasado siglo XX. El libro verá la luz a principios de agosto, con la idea de presentarlo, en principio, en La Fueva.
Aunque parte de conocimientos adquiridos durante mucho tiempo, Rafa trabajó a conciencia durante los últimos años, en los que habló con hombres y mujeres que vivieron en Aluján, Pamporciello, Lecina, La Plana, Charo, Susiaz y otras aldeas que hoy, salvo unas pocas que han podido resistir, solo son ruinas dentro del municipio de La Fueva. El libro posee un enorme valor por el trabajo de recopilación de impagables testimonios orales para descubrirnos la existencia en esos núcleos de población dispersos, anclados hasta su desaparición en una estructura casi medieval.
Con un estilo ameno y desenfadado, Rafael Bardají ha sabido extraer la sabiduría de los antiguos vecinos para componer un libro que explica con detalle cómo era la vida social y económica de la zona en el siglo XX; cómo sobrevivieron, sufrieron, disfrutaron y salieron adelante; cómo eran la educación, la comunicación, la familia o las costumbres; cómo festejaban y se casaban, jugaban, se divertían o encajaban las tragedias. El resultado es un libro imprescindible para conocer mejor ese bello rincón del Sobrarbe.
Para mí este libro es eso, pero muchísimo más, porque durante muchos meses no supe nada de la enfermedad de Rafa.
Comenzamos a trabajar en el libro a comienzos de la pandemia. Rafa, con esa profesionalidad y esa vitalidad que le caracterizaron, pudo dejar el trabajo escrito justo a tiempo. Por desgracia, el desenlace fatal se produjo con rapidez y los detalles finales ha habido que terminarlos con la ayuda imprescindible de su viuda, Paz, de su cuñado Quino y de otras personas que han colaborado. Entre ellas, la periodista Concha Monserrat, a la que desde aquí doy las gracias.
En el primer tercio del siglo XX las aldeas de Muro de Roda parecían todavía herederas de una tradición medieval, sin agua, luz, comunicaciones o cualquier signo de modernidad. La extraordinaria labor de sus vecinos, acostumbrados a un durísimo trabajo para sobrevivir, permitió que siguieran las casas en pie. Con el paso de los años, hasta que el éxodo masivo despobló esa magnífica tierra del Sobrarbe, se diría que el mundo se había detenido allí durante siglos.
La vida en Muro de Roda, de Rafael Bardají (1957-2024), recrea, con una exhaustiva documentación oral y escrita, la época de sacrificios, de carencias, de anhelos, de felicidad y de amarguras cotidianas, pero nos habla también del presente y del futuro de la zona. Su autor deja en esta obra no solo su legado literario, sino también una preciosa declaración de amor a la tierra que le dio cobijo.