Luca tiene dislexia pero nadie se da cuenta de lo que pasa. Tanto en el cole como en casa los gritos y castigos rodean al pequeño, pero eso no ayuda a nada.
¿Me acompañas a que te cuente mi historia?
El aprendizaje que te aporta este cuento, puede ser aplicado a todo aquello que creemos es diferente a nosotros. Experimentar algo que no es el reflejo de lo que pensamos o creemos, nos ofrece dos opciones, aprender de ello y ampliar nuestra visión del mundo. O aislarlo para que no nos muestre la posibilidad de ver las cosas desde una perspectiva distinta.
Los cambios siempre asustan. Pero no deben ser una excusa.
Ver algo diferente no significa que tengas que integrarlo en tu vida, o rechazarlo, solo darle el espacio que tu tienes. Si lo ves diferente es que aún no lo has hecho
Ver las cosas de manera diferente, obliga a quien no tiene nuestra visión de las cosas, a aceptar nuestro enfoque y a vivir en soledad lo que le hace diferente. La dislexia, no es un problema, es entender que hay personas que aprenden a otro ritmo. ¿Qué hay de malo en ello para que no se les dé este espacio desde que empiezan al colegio?
Si somos capaces de ver esto, dejaremos que ellos también compartan lo que les magnifica. Los árboles, no siempre son verdes. ¿Por qué ellos deben ver nuestro mundo y nosotros no hacemos lo mismo con el suyo? Quizás lo que se ve como una limitación, solo es una falta de consciencia de lo que define a la mayoría es lo único válido, hay que dejar espacio a lo nuevo.