Cien años no son nada... ¿o sí? Todo el mundo conoce el cuento de la Bella Durmiente. Todo el mundo sabe que la princesa durmió cien años antes de que la despertara el Príncipe Azul. Y que después de eso, se casaron y tuvieron muchos hijos. Pero ¿qué pasó entre medias?
Como sabéis, en lo profundo del bosque hay un castillo y en el castillo, una princesa dormida. Lleva así cien años. Y ha llegado el momento de despertarla. Como también sabéis, un apuesto príncipe ha llegado al lugar para deshacer el maleficio y devolver la vida a la muchacha. Sueña con casarse como manda el cuento y tener abundante descendencia. Hasta ahora, no hemos sabido nada de los detalles del momento beso y de qué pasó en esa habitación. Pero, por fin, vamos a conocer la verdad, la verdadera. Volvemos al príncipe, al que hemos dejado frente al cuarto de la bella. Veamos qué pasa: con cuidado, el mozo abre la puerta y escucha unos ronquidos huracanados (esto nos lo ahorró el cuento); con valentía, pero desconcierto, se acerca a la cama y, cuando se dispone a darle el beso de rigor, buf buf buf, ¡lo abofetea un pestazo horripilante! (¿en serio?). Y es que, claro, la princesa lleva sin lavarse los dientes cien años. ¿Queréis saber qué pasó después? Porque la cosa pinta regular. ¡Pasen y lean! Revisitación del cuento clásico de "La bella durmiente del bosque" que fabula sobre una parte de la historia nunca revelada, con muchísimo humor y un par de vueltas de tuerca, e ilustrado con frescura.
Revisitación del cuento clásico de "La bella durmiente del bosque" que fabula sobre una parte de la historia nunca revelada, con muchísimo humor y un par de vueltas de tuerca, e ilustrado con frescura.