En esta novela, Lorenzo Meler Ferraz regresa, de nuevo, con una obra dirigida al público juvenil. La cosecha, nos ofrece en esta ocasión, y siempre partiendo de la experiencia del autor, una historia donde se entrelazan diversas temáticas. Por un lado, observamos el proceso de cambios que vive un niño hacia su transformación en joven (amistades, relaciones sexuales, despertar del amor, los estudios...), todo ello jalonado por los modos de hacer, de comprender y de comunicarse de los adolescentes y jóvenes de hoy. Por otro lado, todo este proceso se da en un contexto concreto, el mundo rural aragonés. El autor no elude los temas más escabrosos con los que estos personajes se irán encontrando en su camino: el acoso, la incomprensión, el racismo, la homofobia o la violencia irán curtiendo su carácter. Se trata de una obra que emociona, no solo por lo convulso del mundo afectivo juvenil, sino porque supone un retrato muy realista de un mundo tan complejo como esencial: el mundo rural, y nos enfrenta al desafío del fututo de estos jóvenes.