Este libro nos transporta al verano. Rafaela Hames diseña en treinta y seis poemas, con títulos de juegos clásicos de nuestra niñez, un oasis estival donde la canícula extrema se siente diluida. Con un lenguaje rebosante de frescura por ríos, arroyos, mares y lagos la lectura nos adentra en aromas de café o de hogueras; nos llena con sonidos de cigarras en trance o conciertos de grillos, todo sentido y armonizado desde la perspectiva de la niñez.
Hay un doble juego en sus poemas, por un lado el del niño entregado al Veo Veo, La rayuela o La gallinita ciega y por otro el del pulso interior del verso recorriendo espacios cargados de luz. Las dos ficciones, juego y texto, confluyen en un videopoema inexistente. La autora conoce como Platón y Piaget la importancia del juego en los niños, y no quiere ser menos, por eso Y en el aire los veranos es una reminiscencia de aquellos juegos que nunca debimos olvidar. Rafaela nos lo recuerda para seguir en el juego de la vida o del agua.