Después de La intensidad del vértigo y El efecto del roce de una mirada sobre la piel, esta obra nos sumerge de nuevo en un mundo onírico entre la vigilia y el insomnio, la realidad y los sueños más íntimos, la oscuridad y la luz de la luna, lo fugaz y la eternidad, las presencias y las ausencias, el vértigo vital y la calma en la búsqueda de la felicidad. Un viaje poético teñido de sensualidad y emociones complejas e insensatas. Entre besos y deseos, el autor nos describe lo efímero de cada momento mientras navegamos en un mar de espuma y mucha sal.