Este ensayo se estructura en tres grandes bloques temáticos. En primer lugar, se reúnen aquí los estudios sobre los pioneros -desde un punto de vista filológico y no sólo teórico- de la Literatura Comparada en nuestro país: Juan Antonio Pellicer y Saforcada (1738-1816), Marcelino Menéndez Pelayo (1856-1912) y Alejandro Cioranescu (1911-1999). Estos tres estudios nos conducen a los dos temas planteados en el presente ensayo: la relación entre Poesía y Traducción y la que mantienen Exilio y Traducción.
La Parte I, dedicada a Traducción y Poesía, sondea la cuestión desde un punto de vista filológico e historiográfico. La investigación discurre por tres grandes avenidas: una, la puramente histórica, con especial atención a algunas figuras señeras del siglo XX que cabría definir como traductores-poetas o poetas-traductores; otra, la de la relación entre literaturas próximas y que comparten territorio, como es el caso de la poesía catalana y la española; y, por último, la reflexión en torno de algunas de las grandes influencias de la poesía española.
La Parte II se ocupa de la relación entre Exilio y Traducción. Se ilustra el tema en torno a dos figuras del exilio republicano español: el poeta catalán (y excelente traductor) Agustí Bartra (1908-1982), y el «caso Cernuda», una de las historias de relaciones literarias más interesantes que presenta la generación del 27. Asimismo, se trata de las formas de «exilio interior», para la traducción, y se ilustra dicha tesitura en la obra de Juan Ortega Costa (1901-1966).
La Parte III es tan sólo una Coda, un tema de investigación que está en marcha y al que, como en el caso de las relaciones entre las literaturas española y catalana, poca atención se ha dedicado hasta el momento: la literatura hispanofilipina del siglo XIX, esto es, anterior, en lo esencial, al final de la colonia española en 1898, y en especial José Rizal (1861-1896), el poeta nacional filipino, que escribió su obra en español.