En 2004 sufrí un accidente de tráfico que quebró mi juventud y los planes de futuro con los que una vez soñé. En apariencia no tuve daños físicos, pero por dentro mi cerebro se rompió. De hecho, la lesión fue tan grave que entré en coma y los médicos temieron por mi vida y, en el mejor de los casos, pronosticaron que quedaría en estado vegetativo.Si te sumerges en las páginas de este libro podrás descubrir lo que es el daño cerebral adquirido, una especie de epidemia silenciosa y desconocida que en ocasiones deja secuelas que precisarán de cuidados permanentes.Pero sobre todo conocerás mi historia, la de una joven que, pese a tener todo en contra, se aferró a la vida con el último aliento que le quedaba.Vencí a la muerte y luego emprendí una lucha titánica para recobrar las funciones vitales que me han permitido volver a ser autónoma. Sin embargo, el viaje ha sido muy largo y por el camino he pagado peajes muy caros.Este libro es un relato de superación personal, pero también un grito de socorro a la consciencia de la sociedad, para que favorezca que las personas discapacitadas se reintegren en ella y puedan