Hay muchas personas que, tras haber dibujado una ilustración y no lograr realizarla como la habían concebido, acaban por atormentarse. Si bien pueden dibujar las posturas de pie que son más habituales, el tormento viene porque al quererle dar sensación de movimiento, el resultado resulta monótono o carece de efecto estereoscópico.
Este libro incluye numerosos esbozos de posturas dinámicas en las situaciones más diversas. Aunque se trate de una misma postura, con solo variar el punto de vista y el ángulo, su apariencia y las impresiones que produce cambian considerablemente.
Por un lado, es importante buscar una precisión que se ajuste a la estructura del cuerpo humano. Pero, por otro, también el dibujo disparatado que desecha ese tipo de cosas representa un modo de expresión típico de las ilustraciones. Luego de imaginar lo que quieres dibujar, dejar volar la imaginación desafiando poco a poco los ángulos difíciles, hasta el momento en que comiences a sentir el efecto de hacerlo. Si tras leer este libro, sientes el deseo de desafiar las posturas dinámicas, habrás alcanzado el objetivo.