En Nodo, Morales Monterríos nos muestra una frontera difusa entre la filosofía oriental, los juegos verbales y los problemas ontológicos del conocimiento; siempre manipulados por el artificio del lenguaje. Por tanto, como ya es una tradición en el autor, ofrece una exquisita lectura de esencia axiomática, aforística y/o una parodia certera a los cánones actuales en materia de literatura y ciencia. Una vez más, Monterríos ha sabido transitar por los pasajes inciertos del metalenguaje, corriendo el cerco de las posibilidades creativas. Lo suyo es exploración pura en un mundo desconocido.Luis Herreraaliento, escena tras escena, modula con su cadencia visual las turbulencias del paisaje hasta la calma misma que penetra la mirada. Se trata, por supuesto, del propósito de establecer un lugar en el mundo, de estimar la naturaleza por su condición plenamente humana, como un hecho del lenguaje. Configurar así la imagen del universo es habitarlo como ritmo, y el poeta verdadero lo fija mediante el color elegido para nombrar lo celeste y constelado que mora la tierra.Felipe García Quinterosa. Un conjunto de cuentos div