La percepción de fragilidad que empieza a envolver todo lo cercano, amigos, familia, amantes e incluso desconocidos, es irreal, pero se hace tan cierta que se cree ir a asistir en cualquier momento a un vencimiento de todas las cosas queridas, su extinción.
'Los afectos' reflexiona sobre la relación de uno mismo con el mundo, desde y a través de los demás, y del afecto como mecha a lo que importa. Se mezclan la pena, la belleza y la soledad; el viaje, la escritura y la ansiedad; las alegrías, el paso del tiempo, los fracasos amorosos, la deriva. Persiste un intento de mirar alrededor de nuevo todo y la conciencia del final de algo como posibilidad, oculta pero cierta, y por ello la búsqueda incesante de otra inercia.