«Subir al sótano y bajar al ático», escribe Menchu Gutiérrez en Lo extraño, la raíz, su nuevo libro de poemas ?fruto de un trabajo intermitente pero dilatado en el tiempo?, y la paradoja subraya el carácter tentativo, interrogante de una escritura que una y otra vez insiste en desnudar sus propios límites: palabras que oscilan entre el silencio y el pronunciamiento, signos que dudan al borde de la visibilidad.
En palabras de la autora, entre «el pincel que pinta a grandes voces y las horas de tinta muerta, la cabalgata de letras de tinta que no pronunciamos».