Cada vez son más los festivales y los blogs en internet que dedican su contenido al también llamado cine trash y a sus hilarantes y contagiosos efectos secundarios. Hay películas tan, tan malas, que sobrepasan la mera etiqueta de tales para convertirse en algo totalmente nuevo, distinto e irrepetible. Si acompañas su visionado con los amigos, palomitas, ganas de reír y un alud de ingeniosos comentarios, la experiencia puede resultar altamente gozosa.
Malas pero divertidas, libro único en su género por estos lares, repasa de cabo a rabo los cien mejores/peores filmes de la historia. Cabe de todo, desde títulos bien conocidos a las más ignotas y exóticas producciones. Una guía repleta de humor y carente de pretensiones, ideal para descubrirte todo un universo de auténticos placeres culpables. ¿Te atreves?