Si existe algo que nos hace parecidos a las aves es la constante necesidad de búsqueda. Justo ahí reside nuestro deseo de perpetuarnos, de prolongarnos, de resistir. La reina de los pájaros es un poema y una búsqueda o, más bien, una prospección en lo más hondo del lenguaje. Estos versos, que han conocido el vacío y el desarraigo, se van enraizando para construir un nido en el que el lector logre refugiarse. La maternidad, la orfandad y el sentimiento de pérdida nos conduce a un lugar donde todas las cosas encuentran su origen. La autora lanza una mirada que ahonda en pequeñas escenas cotidianas mediante una escritura hábil y acertada. En efecto, el mundo poético de Bea Aragón revela una voz singular de una sensibilidad especial, no exenta de una musicalidad que lo hace único. Desde la asunción de un registro sencillo, la ternura de sus versos se convierte en dolorosa. Pero, más allá de la tormenta, La reina de los pájaros es un canto a la naturaleza, que nos invita a entrar en el mundo de puntillas para escuchar que seguimos vivos.