El presente libro trata del momento único en que el cine parecía no necesitar estéticamente de la palabra, y la poesía era capaz de construir imágenes equiparables a las fílmicas solo mediante palabras.
En 1921 Paul Strand y Charles Sheeler estrenan "Manhatta". Este corto vanguardista consiste en una paráfrasis visual, mediante imágenes cinematográficas, de versos tomados de "Leaves of Grass", la magna obra de Walt Whitman que hace de Nueva York emblema de la nueva sociedad democrática y futurista. Su optimismo contrasta con la visión negativa que Baudelaire había ofrecido de París y otros poetas, como Shelley o Blake, de Londres.
Esa dualidad inspirará la lectura fílmica de la ciudad en las cinematografías europeas de la época, de Cavalcanti a Vertov; de Yvens a Ruttmann, incluida la apoteosis expresionista de Fritz Lang en Metrópolis. Precisamente la línea pesimista aflora en los poetas del Expresionismo, y explica la singularidad del poemario que Federico García Lorca escribe en Nueva York al tiempo que intenta emular a Buñuel y Dalí con su guion "Viaje a la luna".