Este libro registra buena parte del horror que atraviesa Venezuela, la indiferencia ante las heridas que el atropello deja en el camino, la omnipotencia del poder que se exhibe con sorna frente a sus víctimas. La manera en que el Estado no solo es protagonista de muchos de estos asesinatos, sino que además se burla de los atropellados. Ante este panorama de deshumanización, los autores decidieron recorrer el camino del registro, el análisis, la reflexión