En No me extraña que estéis hartos, Gabriel Rufián profundiza en las ideas fundamentales para “volver a creer en la política”. Se trata de un texto breve, un manifiesto en torno a tres convicciones:
1) Tener el gobierno no significa tener el poder.
2) El viejo mundo se muere. El nuevo tarda en aparecer.
3) Una patria es su gente y no sólo una bandera.
Tres ideas como punto de partida para esbozar las claves políticas que nos podrían llevar a todos a un futuro mejor, escritas por un hombre convencido de que no hay país posible sin resolver antes los problemas reales de la gente.