A través de un coro de voces compuesto por un narrador se hilvana un extenso poema donde caben la guerra, la opresión, la discriminación, y todo el trauma que desata el exilio. Vivencias brutales que se traducen en una escritura tersa y austera, capaz de hablar con crudeza del desarraigo, y de insinuar el lamento y la rabia; pero también, de evocar en un solo verso toda la belleza de un mundo perdido.