En luna llena es un poemario intenso, vivo, un cántico a la naturaleza, a la vida de cada día. Se sitúa dentro de la vida, en actitud serena y contemplativa, de celebración. ¿Qué celebra? La vida nuestra cotidiana con sus pequeñeces, sus protagonistas, los milagros del día a día, el propio que mira y hace recuento de lo que se ve y escucha y siente, más esos otros elementos que, aunque no tan cercanos o abarcables por los sentidos, no son sin embargo menos reales: los árboles, los pájaros, el amanecer, el universo, la luna, la noche. El poemario rezuma algo como de miel antigua, de búsqueda, de libro sagrado, de mística, de iniciación o de catarsis, subrayado por la comunión de los cuerpos con la naturaleza y la presencia de la música: un arpa, un piano. (Juana Castro).