La Real Fábrica de Sedas de Talavera de la Reina (Toledo) fue, durante cerca de cien años, una de las empresas más prósperas de la zona, hasta su declive y cierre definitivo a mediados del siglo XIX. Las instalaciones se fueron deteriorando y, a lo largo de la Guerra Civil, se utilizaron como cárcel: miles de presos republicanos sufrieron torturas y asesinatos entre sus muros. Años después, el edificio fue derribado y hoy en día ocupa su lugar un instituto de enseñanza secundaria. Fábrica de la seda es un texto en prosa poética en el que Miguel Ángel Curiel se acerca, con respeto y sutileza, a aquellos hechos dolorosos; un texto que reivindica la memoria histórica y nos plantea heridas o preguntas que todavía continúan abiertas. El libro se completa con un prólogo de Paola Laskaris, poeta y profesora de la Universidad de Bari, y su traducción al italiano de Fábrica de la seda; un epílogo del poeta Luis Luna y una serie de ilustraciones del poeta y grabador Juan Carlos Mestre. En palabras de Laskaris en el prólogo: «Este libro nace de una condivisión. Unas palabras que al salir de la boca van hilando