El autor, además de iluminar lo vivido y lo observado, haciendo así la página habitable para el lector, nos ofrece en sus poemas una interpretación actualizada de los temas y de los referentes clásicos, aunque nunca hecha desde el juego culturalista sino con la clara vocación de entender desde lo pasado los acontecimientos de esta sociedad presente en la que tan difícil resulta a tantos conservar la esperanza. Y lo hace con una terca pasión por el lenguaje, por su inquietante capacidad (poderosa y frágil al mismo tiempo) de forjar nuestra memoria, de abrirnos hacia los otros, de desnudar la esencia de lo humano. Trinidad Gan