Herida, limón y sal es el cuarto poemario de Sara Leo, en el que expresa con delicados versos la belleza del amor y también la nostalgia de las relaciones pasadas, una nostalgia que deja de ser triste y empieza a ser bonita. El amor es precioso y Sara lo tene claro: «Quererte es abrazar a la felicidad», dice. Pero también ha aprendido que, después del amor y de la tristeza de la separación, cuando la herida se cierra llegan las sonrisas y los buenos recuerdos.Este poemario es ante todo un elogio al amor y a la felicidad compartida, aquella que nace de uno mismo pero que otro intensifca. Un canto a las relaciones que hacen que uno sienta que puede con todo y que, al terminarse, dejan los recuerdos más bonitos.