HASTA la fecha siempre habíamos escuchado a Cecilia (1948-1976) cantar sus poemas que, a lo largo de seis años de carrera, compuso y grabó. Son canciones tan famosas como Dama dama, Nada de nada, Fui, Mi gata Luna, Andar, Mi querida España, Amor de medianoche o la archiconocida y versionada Un ramito de violetas. Son temas que forman parte de la memoria colectiva de todos los españoles que vivieron en aquella primera mitad de los años 70 y que, además hoy en día, son conocidos y reinterpretados por jóvenes artistas que admiran el legado que nos dejó. Si no hubiera sido por aquella fatídica madrugada del 2 de agosto de 1976, seguro que el volumen que ahora nos ocupa pesaría mucho más. Invitamos al lector a sumergirse en las letras de Cecilia y descubrirla a través de sus versos. Cecilia nos cantaba sus canciones y Eva (como la llamaban sus allegados) nos relata al oído toda una serie de vivencias a través de personajes de la época, recuerdos de infancia, historias de amor y diversos retratos de la época que le tocó vivir. Son poemas en muchas ocasiones profundos, reivindicativos, modernos e incluso feministas pero sobre todo, son la esencia de una artista que irrumpió en el panorama musical español de aquellos primeros 70 y que a día de hoy sigue vigente en todos sus aspectos. JESÚS CARAMES