Antonio Pérez Lasheras, profesor de Literatura en la Universidad de Zaragoza, ha sido el encargado de prologar el libro y estudiar todos los poemas en profundidad, explicando su significado. Indica que este volumen cuenta con una recopilación de poemas suficiente para mostrar la labor de un hombre que siempre se sintió poeta, dotado de una especial sensibilidad para captar la íntima realidad de las cosas. Poesías elaboradas, medidas, muy trabajadas componen este libro. Editado por "Los libros del gato negro", Isidro Ferrer ha realizado el diseño de la cubierta y la maquetación.
La primera de las secciones, dedicada a la Política, se ocupa de la poesía social o comprometida, bajo el título de "La voz liberadora". Poemas en los que se reflexiona sobre la actividad pública o política, entendida como una obligación.
La segunda parte, bajo el título "Brasa residual"se dedica a la poesía amorosa. Al amor dedicado a una misma mujer, la suya, así como a sus hijos e incluso a sus nietos. Desde el amor adolescente, apasionado, al maduro y más sosegado.
La tercera parte del libro, titulada "Hijo del monte Pirineo", agrupa los poemas dedicados a la Naturaleza. Según Pérez Lasheras, se trata de composiciones más elaboradas, en las que la Naturaleza está contemplada como un ser vivo, que siente y con el que es posible comunicarse.
El libro finaliza con un único y extenso poema, que León Buil comenzó a escribir poco antes de que se le diagnosticara su enfermedad, y que fue redactando y finalizó pocos días antesde morir. Se trata de un poema en el que el poeta se rebela contra su destino, pero acaba aceptándolo y celebrando lo vivido.
Fuente: RadioHuesca.com