Este es un cuento que escribimos por, y para nuestra hija Astrid, así como para todos aquellos niños y niñas que como ella, viven desde su infancia una dolorosa lucha contra la intolerancia y la exclusión, tan solo por ser cómo son, diferentes, únicos y especiales.
Nuestro objetivo es visibilizar una realidad complicada de entender, ya que los patrones que aprendimos, se quedan obsoletos ante una realidad diferente, que afecta a millones de seres humanos.
Y nuestra esperanza, reside en que algún día no muy lejano, la diversidad y la inclusión se abran camino para que así, todos seamos libres de ser quienes somos, nos enriquezcamos de la diferencia y aprendamos a querernos mejor.