El cuerpo de una niña aparece colgado de una grúa en la bahía de Santander. El uniforme que lleva puesto cuando la encuentran conduce a la subinspectora Silvia Martín, una joven policía recientemente llegada de Palencia, a investigar lo que ocurre en las aulas del colegio de élite al que iba, pues unos meses atrás la chica fue testigo del suicidio de otra adolescente. El equipo del inspector Alonso Ceballos se encargará de la investigación del crimen, un misterio en el que se entrelazarán historias de mafia, acoso escolar y rincones oscuros de las redes sociales. ¿Sabemos lo que hacen nuestros hijos cuando miran la pantalla de su teléfono móvil?
Una magnífica novela policial ambientada en Santander en la que la subinspectora protagonista hace tándem con Isabel, la peculiar narradora de esta novela, que también está implicada en la investigación.