Esta es la tercera novela con Garrincha como protagonista. Un gánster retirado de la delincuencia, sin ninguna intención de volver a quebrantar la ley, pero que no siempre es posible conseguirlo.
Todo comienza en la boda de Lucía con Eduardo, el futbolista. La familia de este, los Echevarría, viven angustiados ante los graves problemas que les acucian y necesitan de un hombre como Garrincha para intentar resolverlos.
Los inspectores de la Ertzaintza, Sara Cohen y Miguel Fabretti, están detrás del mismo asunto y el conflicto está servido. Negocios turbios del pasado y un presente que angustia a los Echevarría. Todos son sospechosos.
Es una novela con fuerza, con unos protagonistas muy bien dibujados, una intriga difícil de resolver y un Garrincha enorme, capaz de mantenernos en vilo hasta el final.