Una oscura noche de septiembre, Vasili Lukyanov, un mafioso ruso que se dirige a Jerez de la Frontera,
muere en un aparatoso accidente de tráfico. El inspector Javier Falcón se persona en el lugar del siniestro: además de
la terrible visión del cadáver ensartado en una barra de hierro, encuentra en el portaequipajes del coche una maleta
que contiene casi ocho millones de euros en billetes usados, champán Krug y vodka helado. A Falcón no le será difícil
seguir el rastro del muerto hasta la mafia rusa que opera en la Costa del Sol, donde el tal Lukyanov había sido acusado
de violación, pero nunca juzgado. Entre tanto, la vida de los allegados al inspector jefe de Homicidios sevillano va
transformándose en una pesadilla: su amante, Consuelo Jiménez; su ex mujer, Inés, y su marido, el juez Esteban Calderón
parecen víctimas de una maldición. Demasiada casualidad, porque Falcón sigue empeñado en cumplir su promesa de detener
a los autores del atentado del 6 de junio en una mezquita de Sevilla y ha encontrado una conexión, aparentemente
improbable, entre éste y el trágico destino de Lukyanov. Poco a poco se va acercando... Nunca habría imaginado lo que
aún le esperaba: algún que otro fantasma del pasado, fanatismo y dolor. La verdad tiene a veces un precio muy alto. Con
la última entrega de la extraordinaria tetralogía del inspector Javier Falcón, Robert Wilson ha consolidado su
prestigio internacional y ha demostrado, una vez más, su pasión por Sevilla.