La nueva novela del autor de thriller más vendido en Francia donde brillan, una vez más, un suspense alejado de la clásica novela policíaca, una excelente documentación y una escritura impecable.
Tres asesinatos. Tres víctimas sin ningún vínculo entre ellas. En los escenarios de los crímenes, sin embargo, siempre aparecen las mismas pisadas difíciles de interpretar, idénticos símbolos extraños pintados con ocre y sangre en las paredes, e indicios de rituales cuyo origen se remonta a la noche de los tiempos.
La investigación confunde a los policías y el juez encargado del caso, François Taine. La única persona que podría ayudarles con una pista minúscula es Jeanne, colega y amiga de François, pero dársela podría acabar con su carrera... y decide tirar del hilo ella sola. Un hilo que la lleva de un laboratorio de genética a un taller que trabaja para museos arqueológicos, de los misteriosos relatos sobre niños salvajes a los estudios sobre arte rupestre y venus paleolíticas, de mitos y tabúes a un mal que nació, hace mucho tiempo, en «la selva de las Almas».
